Sabrás de mí...

Sabrás de mí cuando en el mar te bañes
y a las olas escuches conversar
cuando el viento marino al pasar
murmure mis recuerdos y me extrañes.
Sabrás de mi cuando el agua te moje,
cuando tu cuerpo desnudo al viento
tibio y frío a la vez viva el momento
de saber que agua soy y te sonrojes.
Y allí estaré, hecho sal y hecho bruma;
seré sol, ser arena, seré tu pensamiento.
Estaré entre la espuma, seré el viento
y en la noche de estrellas seré luna.
Sabrás de mi cuando del mar te alejes
y en tus pasos me lleves todavía,
seré el camino de tus nuevos días
seré tu sombra y así nunca me dejes.
Y vivirás en mí; ya no habrá calle
que no evoque el recuerdo de tu vida,
llevaré en mis antojos una herida
y habré de recordarte con detalle.
Sabrás de mí,
cada noche mi sueño viajará,
cuando dormida estés ser tu almohada,
tu sábana seré, y aunque olvidada
he de ser la palabra que un día te robé.
Sabrás de mí cuando escuches la radio
y me avisores
escribiendo vivencias y olvidado;
sabrás de mí cuando no esté a tu lado
y otro hombre se atreva a hablar de amores.
Y en cada amanecer seré tu compañía,
y en cadá despertar con fiel olor a olvido
herido y taciturno me encontrar perdido
con mi triste existencia y mi cruel agonía.
Sabrás de mí porque contigo iré.
Por mucho que lo evites me hago sombra;
ya mi vida te llama, ya mí vida te nombra
y aunque no me recuerdes, yo te recordaré.
Sabrás de mí nadie olvida sus pasos.
Soy camino.

Fortunato Hernández Sierralta
Carora, 13 de Abril de 1.989.